Esta es solo una de las frases que Rosa dice ante una cámara que como un testigo mudo registra el dolor de una inmigrante mexicana en los Estados Unidos.
Y es que nunca se sabe en que momento, el destino nos llevara por caminos insospechados… Nunca se sabe en que momento el destino nos hará ver que nuestros actos y nuestros pensamientos pueden cambiar en un instante. Un momento, un instante que cambiara nuestras vidas para siempre. Ahora mas que nunca entiendo la metáfora de la bola de tenis que se estrella en el filo de la red… Todo depende de que lado caiga… Y eso solo dura solo un instante.
En 1999 , a la edad de 17 años Rosa cruzo ilegítimamente la frontera con Estados Unidos. Cuatro años después, con cuatro meses de embarazo, es detenida y acusada injustamente del homicidio de un niño de 2 años que por accidente se introduce en la boca toallas mojadas, enjuiciada en agosto del 2005 y condenada al encierro de por vida en una cárcel de alta seguridad de Austin Tex.
En el transcurso del proceso, nace su hijo en prisión, y el estado americano le arrebata a los hijos para ponerlos bajo la custodia de la madre de Rosa que se encuentra en Ecatepec edo. De México, y sometiéndola al mencionado encierro sin la posibilidad de poder ver ni a sus hijos ni a su madre.
Mi vida adentro. Un documental de Lucia Gajá, egresada del CUEC, retrata el proceso que ha sufrido Rosa y como un fiel testigo evidencia el tremendo racismo que existe en las cortes estadounidenses así como la corrupción y la falta de criterio en el establecimiento de condenas. Es también un retrato crudo de las condiciones legales que enfrentan los inmigrantes, básicamente por la falta de conocimiento de las leyes norteamericanas y por la falta de conocimiento del ingles.
Hay una momento del documental en el que la fiscalía por parte del estado de Texas menciona que “ La acusada es muy inteligente… a pesar de que es de México” dejando entrever la visión que se tiene de los mexicanos y evidenciando su falta de criterio.
Debo reconocer que llore al oír el veredicto, a pesar de que de antemano sabia lo que sucedería… El ver a la madre de Rosa en la corte texana llorando amargamente por la decisión, y ver también a Rosa llorar al oír el veredicto no es un bocado fácil de tragar. La injusticia, la burocracia y el racismo permean a lo largo del documental al oír los alegatos de la parte acusadora y ver también que hay autoridades que presionan a Rosa para que acepte el homicidio, así como incompetencia por parte de los paramédicos del renombrado “911”.
Entiendo que el documental en México no es un genero muy explotado, o mas bien debería decir poco comercial, sin embargo durante el año pasado tuve la oportunidad de ver algunos de ellos, como es el caso de “Los ladrones viejos, las leyendas del artegio” (Everardo Gonzáles 2007) y Muxe’s, autenticas intrépidas, buscadoras de peligro (Alejandra Islas 2006) o aquel dedicado a Tin Tan, que evidencian que a falta de guiones contundentes, existen historias verídicas que son incluso mas interesantes que cualquier película de ficción .
Si quieres entrar en un momento de reflexión, te recomiendo que te metas a verla, pero te aconsejo que entres al cine con los pantalones bien fajados, porque la injusticia y la discriminación no es un platillo fácil de tragar.
